sábado, 20 de julio de 2013

La vida de Peeta antes de los Juegos: capitulo 5

Capítulo 5

Me despierto al oír la voz de mi madre, ... no,no era una voz dulce ni bonita, sino todo lo contrario. Un grito espantoso recorría la casa, era a uno de mis hermanos, concretamente  George. Me levanté de la cama y me vestí rápidamente para averiguar lo que ocurría. Bajo a toda velocidad y me resbalo en el último escalón, ya que la tabla estaba suelta. Empecé a gritar por el dolor del tobillo que era insoportable. Mi padre está corriendo hacia mi, y antes de que pueda verme mi madre,  salimos por la puerta de atrás de la casa.
Un intenso dolor me recorre todo el cuerpo, tengo la cabeza apoyada en el hombro de mi padre y la retiro despacio para ver adonde nos dirigimos. No veo del todo bien, las lágrmas de mis ojos me nublan la vista, pero recuerdo este camino, lo he recorrido antes...
-Papá, ¿a dónde vamos?- un grito se escapó de mi boca -Aahhhhhhh!!!!!!
-Vamos a la cas de los Everdeen, para que te cure la Sra. Everdeen, la madre de Katniss. A propósito, ¿estás bien?
-Noo, me duele mucho- digo, esbozando  una mueca.
Mi padre se detiene en seco y me golpeo contra su pecho, llama a la puerta y una mujer rubia la abre. Tras ella hay una pequeña niña rubia de ojos azules que nos mira preocupada, cuando la miro se esconde tras su madre.
-Pasen-Mi padre hace lo que le dice y la Sra. Everdeen cierra la puerta tras nosotros.- ¿Qué le ha pasado a su hijo, Sr. Mellark?
- Se calló por la escalera, creo que se ha torvido el tobillo.-contesta mi padre.
-Ponlo sobre la mesa para que vea el tobillo-dice la Sra. Everdeen señalando la cocina.
Cuando mi padre se adentra más en la casa veo que las únicas que están en la casa en este momento son la Sra. Everdeen y su hija pequeña.
Mi padre me deja en la mesa y de nuevo un dolor intenso vuelve a recorrerme el cuerpo cuando mi pie toca la mesa. La Sra. Everdeen se acerca a mi y me examina el tobillo. Luego se dirige al armario y saca un pequeño tarrito de cristal donde hay un ungüento casero, que me hunta en el tobillo con cuidado. Luego me lo venda y le da el tarrito a mi padre.
-Cambiale la venda y ponle esto cada ocho horas, le aliviará el dolor.
-Gracias Sra. Everdeen. Tome esto-mi padre le tiende un saquito, supongo que tendrá pan dentro.
-No se moleste, no ha sido nada lo que he hecho por su hijo.-le dice la Sra. Everdeen a la vez que le entrega el saquito.
-Insisto.-contesta mi padre devolviendole de nuevo el saquito. Se da la vuelta y se dirige hacia la puerta. Sale y le dirige una última sonrisa agradecida a la madre de Katniss.
Cuando ya estamos saliendo de La Veta vuelvo la vista atrás y veo a una niña con dos trenzas castañas corriendo tras su padre.
Katniss.
Si hubiéramos tardado un poco más nos habríamos encontrado.
El resto del camino hacia la panadería mi padre no dice nada. Volvemos a entrar por la puerta de atrás y mi padre me sube a mi habitación y me deja en la cama diciéndome que descanse y que en ocho horas volvera a cambiarme la venda del tobillo.