El sonido de un cañón me
despierta. Perpleja por el susto, me incorporo en el suelo, y observo
mi alrededor, intentando notar si algo ha cambiado mientras dormía.
Por suerte todo sigue igual. Así que me levanto y decido explorar el
bosque para poder encontrar algo de comida. Una vez fuera de mi
escondrijo, me dirijo hacia el corazón del bosque. Por el momento,
todo parece muy tranquilo, <<Que raro, pensaba que estaría
repleto de profesionales>> pienso. Sigo avanzando, recolectando
y comiendo algunas bayas (que creo que no son venenosas).
De repente, escucho una risa, lo
que hace que se me paralice todo el cuerpo.<<Seguramente sean
profesionales>>. Segundos después la vuelvo a escuchar, esta
vez más cerca, aproximándose. Dirigiéndose hacia a mí.
Rápidamente, empiezo a buscar un árbol lo bastante fuerte como para
poder soportar mi peso. A duras penas, subo a un árbol cualquiera.
¡NO ME QUEDA TIEMPO! Cuando estoy lo suficientemente alto, para que
no noten mi presencia si no prestan mucha atención, me acomodo en
una rama cualquiera. Poco a poco, voy oyendo el resquebrajarse de las
ramas bajo las botas de los tributos más próximos <<Se me
aproximan>>, pero también oigo al más cerca mía, como el
romper de una rama. Rápidamente, doy media vuelta sobre mi para
comprobar si hay alguien detrás mía. Otra vez escucho el sonido,
que raro. Un segundo después, caigo al suelo, amortiguando el golpe
con mi pierna. ¡HE HECHO MUCHO RUIDO, VAN A DESCUBRIRME! Es
lo primero que pienso. Intento levantarme lo más rápido que mis
pequeñas piernas me permite, pero cuando estoy alzándome, empiezo a
sentir un gran dolor muy agudo en una de mis rodillas, lo que hace
que solo pueda intentar esconderme en unos de los arbustos más
cercanos, arrastrándome por el suelo como una serpiente. <<Se
acercan. Puedo oírlos>>. Mi corazón se acelera.<<No
creo estar lo suficientemente bien escondida como para que no me
noten>>. Poco a poco, empiezo a ver como varias piernas pasan
por delante de la maleza en la que me escondo. <<Mis
perseguidores>>.
-¿De dónde procedía el sonido?
Yo no veo a nadie- dice la rubia.
Un escalofrío recorre mi cuerpo,
no he pasado inadvertida.
-Seguramente se haya ido. No
sería muy lógico quedarse, sabiendo que veníamos-dice Peeta, el
chico del distrito 12.
-Podrá ser. Vamos, antes de que
ataquen la Cornucopia-dice la chica de los cuchillos.
Una vez que ya se han ido y no se
les escucha, me siento, examinando mi rodilla izquierda. Cada vez que
intento ponerme de pie un dolor terrible la recorre. Creo que he
sufrido una luxación en ella, ya que no tiene aspecto de rotura.
Poco después, intento poner la rodilla en su sitio, pero no tengo
suficiente fuerza como para lograrlo. Así que me levanto, apoyándome
en un árbol, y me preparo para darme un golpe seco en la pierna. <<Debo aguantar>> Me golpeo la rodilla fuertemente contra el árbol, aguantando mis ganas de gritar de dolor, y
por fin consigo colocarla en su sitio. Una vez sentada en el suelo
por el dolor, me limpio la cara con la mano, ya que la
tengo empapada en lágrimas, pero aunque me duele la rodilla, no puedo
permitirme hacer ruido, por lo que reprimo mis ganas de llorar, lo
que hace que suelte algunos sollozos silenciosos.
Espero que les haya gustadoo, la semana que viene será el próximos.
Besos :))
Escribes muy bien, me a encantado :D
ResponderEliminarMuchas graciaaaaas!!!!!!!
ResponderEliminar